Permitidme que haga un breve paréntesis, entre relato y relato, y dedique este post al cumplimiento de una deuda que contraje hace algún tiempo con quien tuvo el detalle de nominarme a unos premios. Pasemos, pues, a publicidad.
O el tiempo pasa volando o mi memoria empieza a volverse perezosa. Supongo que las dos cosas son igualmente ciertas, si bien la primera es mucho más subjetiva que la segunda.
El caso es que todavía tengo un deber por cumplir. Bueno, en realidad tres, y los dos primeros, como no los cumpla ya, van a caducar, como los yogures.
El tema va de premios y la deuda pendiente es mi agradecimiento.
Los dos con mayor antigüedad se los debo a Chari (La voz de las olas), nominándome para The Versatile Blogger Award y para el premio Parabatais el 30 y el 31 de enero pasado, respectivamente. Dos días, dos nominaciones, es todo un record. Y yo sin agradecérselo públicamente (en privado lo hice a su debido momento). Chari es una de mis fieles seguidoras y a quien yo también sigo con asiduidad.
Así pues, sirva el presente post para darle las gracias, con dos meses de retraso, por sus nominaciones. Aunque en ninguno de estos casos se indicaba qué blog había sido el responsable de dichas nominaciones, yo elijo a éste, “Retales de una vida”, como plataforma para expresar mi agradecimiento por ser el más antiguo y querido por su creador, un servidor.
Más recientemente, el 12 de marzo, fui nominado por las autoras del blog que lleva el curiosos nombre de B∞KSXLAND: http://booksxland.blogspot.com.es/ para el Liebster Award. Fue toda una sorpresa porque no conocía este blog, que recomiendo a todos los interesados por las reseñas literarias, ni a sus jovencísimas propietarias y blogueras: Lía y Mariluz. Muchas gracias a ambas por esta nominación.
Como en ninguno de los dos primeros casos se me formulaba pregunta alguna, me libro de esta dura prueba, no así en esta última nominación que, al aceptarla, me veo en la tesitura de contestar a las once preguntas formuladas por Lía y Mariluz, a saber:
1. ¿Crees que los libros han influenciado de alguna manera en tu vida? Si es así, ¿cómo?
La única influencia de la que soy plenamente consciente es que los libros me han creado una adicción a la lectura y me han enseñado a escribir. No se concibe un escritor que no lea. Leyendo se aprende a leer (aunque parezca una perogrullada) y, si hay un mínimo de interés y aptitud, a escribir.
2. ¿Te gusta escribir? ¿Crees que algún día podrías publicar algo?
Me gusta y siempre me ha gustado escribir pero no lo había hecho de un modo “literario” hasta hace unos tres años, cuando dispuse de tiempo suficiente. La posibilidad de publicar algo lo veo casi como una quimera. Lo he intentado y sigo intentándolo sin éxito. A falta de una editorial interesada en publicar una primera recopilación de mis relatos, tuve que recurrir a la autoedición. Ahora acabo de compilar una segunda recopilación y estoy intentando (de momento en vano) captar el interés de alguna editorial de las que dicen estar motivadas para promocionar a escritores noveles.
Me gusta y siempre me ha gustado escribir pero no lo había hecho de un modo “literario” hasta hace unos tres años, cuando dispuse de tiempo suficiente. La posibilidad de publicar algo lo veo casi como una quimera. Lo he intentado y sigo intentándolo sin éxito. A falta de una editorial interesada en publicar una primera recopilación de mis relatos, tuve que recurrir a la autoedición. Ahora acabo de compilar una segunda recopilación y estoy intentando (de momento en vano) captar el interés de alguna editorial de las que dicen estar motivadas para promocionar a escritores noveles.
3. ¿Qué piensas sobre el hecho de que tengamos que leer según la edad? ¿Opinas que hay categorías para cada edad o que cada uno es libre de leer lo que quiera sin importar la edad?
Pregunta interesante y de difícil respuesta. No soy pedagogo, así que mi opinión se basa en mi propia experiencia. Por supuesto que hay lecturas que no creo que sean apropiadas para un adolescente sin preparación previa. Leer, por ejemplo, a Kafka, a los diez años se me antoja una, cuanto menos, ridiculez. Hay lecturas apropiadas para determinadas edades pero también hay excepciones. Yo leí a Thomas Mann a los quince o dieciséis años, edad que algunos consideran muy prematura para leer a este autor, y en cambio, con más de sesenta he intentado leer en dos ocasiones a Jame Joyce (Ulises) y a Cortázar (Rayuela) y no he podido pasar de los dos primeros capítulos. En definitiva, creo que el lector se hace leyendo, como el camino se hace al andar. Y para gustos, los colores.
Pregunta interesante y de difícil respuesta. No soy pedagogo, así que mi opinión se basa en mi propia experiencia. Por supuesto que hay lecturas que no creo que sean apropiadas para un adolescente sin preparación previa. Leer, por ejemplo, a Kafka, a los diez años se me antoja una, cuanto menos, ridiculez. Hay lecturas apropiadas para determinadas edades pero también hay excepciones. Yo leí a Thomas Mann a los quince o dieciséis años, edad que algunos consideran muy prematura para leer a este autor, y en cambio, con más de sesenta he intentado leer en dos ocasiones a Jame Joyce (Ulises) y a Cortázar (Rayuela) y no he podido pasar de los dos primeros capítulos. En definitiva, creo que el lector se hace leyendo, como el camino se hace al andar. Y para gustos, los colores.
4. ¿Cuál es el personaje de un libro que te haya gustado más?
Después de haber leído cientos de libros, no puedo emitir un juicio justo, pero si diré (y quienes leyeron mi post en el blog “Cuaderno de bitácora” dedicado a Henning Mankell lo saben de sobras) que hay un personaje que me resulta especialmente entrañable: el comisario Kurt Wallander, el protagonista de la serie Wallander del mencionado autor sueco fallecido recientemente.
Después de haber leído cientos de libros, no puedo emitir un juicio justo, pero si diré (y quienes leyeron mi post en el blog “Cuaderno de bitácora” dedicado a Henning Mankell lo saben de sobras) que hay un personaje que me resulta especialmente entrañable: el comisario Kurt Wallander, el protagonista de la serie Wallander del mencionado autor sueco fallecido recientemente.
5. ¿Qué autor recomendarías que my poca gente conoce?
Es sumamente arriesgado dar un nombre dando por supuesto que no es muy conocido. Aun así, me arriesgaré a errar el tiro, incluso a hacer el ridículo, y para citar un autor español citaré a Joaquín M. Barrero.
Es sumamente arriesgado dar un nombre dando por supuesto que no es muy conocido. Aun así, me arriesgaré a errar el tiro, incluso a hacer el ridículo, y para citar un autor español citaré a Joaquín M. Barrero.
6. ¿Tienes un horario determinado para leer?
Si, habitualmente por la noche, en la cama, cuando más relajado estoy, hasta que me vence el sueño.
Si, habitualmente por la noche, en la cama, cuando más relajado estoy, hasta que me vence el sueño.
7. ¿Por qué razones crees que hay gente que no lee?
Salvo algún caso que calificaría de “especial”, de personas que confiesan no sentir ningún interés por la lectura porque no les aporta nada, yo diría que es por falta de educación, en el bien entendido de que no les han inculcado al amor por la lectura, no les han enseñado a leer o no han visto leer a sus mayores. Siempre he creído que de padres lectores surgen hijos lectores. Yo, por ejemplo, no soy amante de la música clásica y estoy seguro que es por falta de hábito y de formación.
8. ¿Tienes alguna manía a la hora de leer?
Diría que más de una. Lo primero que hago cuando empiezo un libro es comprobar cuántas páginas tiene y si, en caso de haberlos, si los capítulos son largos o cortos. Así me hago una composición de cuánto tardaré en acabarlo. Después leo la sinopsis y la biografía del autor, aunque conozca ambas cosas. No empiezo a leer “por dentro” hasta que no he acabado de leer “por fuera” (portada, contraportada, solapas). Soy incapaz de dejar un capítulo a medias por mucho sueño que tenga.
Diría que más de una. Lo primero que hago cuando empiezo un libro es comprobar cuántas páginas tiene y si, en caso de haberlos, si los capítulos son largos o cortos. Así me hago una composición de cuánto tardaré en acabarlo. Después leo la sinopsis y la biografía del autor, aunque conozca ambas cosas. No empiezo a leer “por dentro” hasta que no he acabado de leer “por fuera” (portada, contraportada, solapas). Soy incapaz de dejar un capítulo a medias por mucho sueño que tenga.
9. ¿Qué libro te marcó más?
Sin duda el primero que leí (creo que fue a los diez años): Las aventuras de Tom Sawyer.
Sin duda el primero que leí (creo que fue a los diez años): Las aventuras de Tom Sawyer.
10. ¿Has probado a leer un libro electrónico?
He leído bastantes, aunque sigo prefiriendo el libro en papel. En esta vida todo tiene sus ventajas y sus desventajas y el ebook no está exento de ventajas (portabilidad cuando viajas, ahorro tremendo de espacio, etc.) pero me gusta el tacto de un libro “de verdad” y verlo en mi biblioteca. Lo puedes prestar (aunque no me gusta mucho prestar mis libros) sin desprenderte del ebook propiamente dicho. Solo compro libros en formato electrónico cuando no espero mucho de la obra, cuando me mueve la curiosidad pero temo que no me acabará de agradar, así no me gasto tanto dinero innecesariamente.
He leído bastantes, aunque sigo prefiriendo el libro en papel. En esta vida todo tiene sus ventajas y sus desventajas y el ebook no está exento de ventajas (portabilidad cuando viajas, ahorro tremendo de espacio, etc.) pero me gusta el tacto de un libro “de verdad” y verlo en mi biblioteca. Lo puedes prestar (aunque no me gusta mucho prestar mis libros) sin desprenderte del ebook propiamente dicho. Solo compro libros en formato electrónico cuando no espero mucho de la obra, cuando me mueve la curiosidad pero temo que no me acabará de agradar, así no me gasto tanto dinero innecesariamente.
11. Cuenta una anécdota en relación con algún libro
Me ha costado mucho poder contestar a esta pregunta. A bote pronto, la única anécdota que ahora recuerdo es la relativa a Ulises, de James Joyce:
Estaba disfrutando de una semana de vacaciones en Galway (Irlanda) cuando entré en una librería de viejo y salí con un ejemplar de Ulysses bajo el brazo. Me hizo gracia comprar en Irlanda esta famosa obra en inglés de un autor irlandés. Por la noche empecé a leerla y cuál fue mi sorpresa al comprobar que, a pesar de mi nivel avanzado de inglés, estaba totalmente perdido, debiendo abandonar la lectura al terminar el primer capítulo sin haberme enterado de la misa la mitad. Una vez en casa pensé en comprármela en castellano pero, sensato de mí, la tomé prestada de la biblioteca municipal. Qué alegría sentí al comprobar que no era mi inglés lo que fallaba sino que la obra tenía su enjundia y no había quién pudiera con ella. En la versión castellana, logré terminar el segundo capítulo. En la biblioteca debieron de alucinar al ver que me había leído ese libro en tan solo dos días.
Y esto es todo amigo/as.